Actividad fin de semana 3: MARIPOSAS VIAJERAS

Noviembre 2012

El pasado fin de semana, mientras recogíamos nabizas, una pequeña mariposa blanca pasó revoloteando por nuestras cabezas. Los niños, a los que nunca se les escapa una y han observado que estos días no se ven las mismas mariposas que en el verano, preguntaron… ¿Dónde están las mariposas en invierno?

Las mariposas (o flores voladoras como aquí las llamamos) son insectos diurnos y nocturnos con alas coloridas cubiertas de escamas. Son las portadoras del polen de las flores a las plantas y forman parte de la cadena trófica de los seres vivos siendo indicadoras fiables de la salud de los ecosistemas en los que habitan y de sus cambios climáticos.

Las mariposas viven en casi todos los ecosistemas del mundo, pero cuando llegan los fríos del invierno según la especie, unas sobreviven en estado de imago (adultas que surgen de las crisálidas) en una especie de “hibernación” propia, resguardadas en los árboles a la espera de los días soleados, y otras pese a su frágil estructura y pequeño tamaño viajan miles de kilómetros buscando las regiones cálidas y tropicales.

Como insecto que son, y pese a su gran belleza y admiración son de los animales más castigados por el ser humano. Las enormes talas y deforestaciones (sobre todo en las selvas, hábitat preferido por ellas), junto al uso indiscriminado de herbicidas y plaguicidas en el campo hacen que comience a peligrar su correcto desarrollo y supervivencia.

Y... con nuestra duda resuelta, ahora que sabemos dónde están las mariposas en invierno, en A horta de Artes nos hemos puesto manos a la obra para agradecer a estos mágicos insectos su labor, creando nuestras propias MARIPOSAS VIAJERAS de invierno.

Hemos buscado un viejo mapa, al que con una plantilla le hemos ido sacando tijera en mano una mariposa tras otra, pasando una tarde entretenida a la vez que entrenamos nuestra motricidad fina.

Con más de 200 mariposas recortadas (una buena colonia) nos hemos ido al bosque y allí las hemos dejado volar. Algunas aprovechando el viento han emigrado a regiones más cálidas, aunque la mayoría se han quedado buscando el abrigo de los árboles.

Y a ellas, las que han decidido quedarse aquí con nosotros, con mucho cuidado las hemos ido posando en el tronco del árbol para que abrigadas pasen el invierno, hasta los próximos días de calor, en los que volverán a alegrarnos con sus coloridos aleteos.
 

El resultado ha sido aparte de espectacular y bonito, muy entretenido. Hemos aprendido nuevas cosas de las mariposas mientras les dábamos cobijo en nuestros árboles para pasar el invierno.  
Si os ha gustado esta nueva actividad y os gustan las mariposas tanto como a nosotros, os animamos a que hagáis vuestras propias mariposas de invierno, y que las pongáis al abrigo de un árbol, planta o bosque hasta que lleguen de nuevo los días de calor.
¡Qué paséis un fin de semana divertido!