Actividad fin de semana 41: ¡QUÉ VEN MIS OJOS!

Agosto 2013

Tres cosas nos quedaron del paraíso:
las estrellas de la noche, las flores del día y los ojos de los niños.
Dante Alighieri.

 
En A horta de Artes nos encanta la visión que los niños tienen del mundo, y su manera de interactuar con él. Es a través del juego que ellos descubren, aprender, crecen y consiguen ser felices de una manera que a nosotros los adultos se nos ha olvidado y nos cuesta realizar.
En algún momento de nuestra vida, en nuestra transformación en adultos se nos escapa la fe, y con ello nuestra visión del mundo se altera, provocándonos una ceguera que sin darnos cuenta, en ocasiones contagiamos o imponemos a nuestros pequeños.


Deberíamos hacer el esfuerzo cada día para que este contagio se realice a la inversa, y conseguir ver con los ojos de los niños todo lo que sucede a nuestro alrededor, participando en sus juegos para compartir la intensidad de lo que día a día viven y experimentan, viviendo parte de la emoción con la que inundan cada actividad que realizan.
Compartir con ellos el juego es, por tanto, el mejor canal para ser parte de su vida y su aprendizaje; y una forma maravillosa de compartir con ellos su mundo.


Para ilustrar todas estas palabras, en A horta de Artes se nos ha ocurrido una actividad muy sencilla en la que poner a disposición de los niños unos nuevos ojos, con los que poder ver el mundo como a ellos les gusta, y con ellos jugar y jugar sin límites.

Para realizar esta actividad tan solo necesitáis maquillaje y pintura facial. Escuchar con atención a los niños cuando os expliquen como les gustaría que fuera la expresión de sus ojos... y ¡a pintar!
Con las nuevas caras terminadas, ellos solos sabrán lo que tienen que hacer para pasar un buen rato descubriendo el mundo como más les gusta... ¡jugando!


Con pinturas comenzamos caracterizando sus rostros como ellos nos pidan.
Sobre las manos pintamos los ojos y probamos que tal va quedando el resultado.
Bocas sorprendentes y ojos fascinantes.

Y listos para jugar...
Pero.. ¡qué ven mis ojos!

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