La fresa es una planta perenne que da fruto produciendo brotes nuevos cada año. Tiene forma de roseta de la cual surgen las hojas y los tallos florales. De estos tallos, que no tienen hojas, nacen los frutos tras la aparición de su flor blanca de cinco pétalos. Su fruto que conocemos como "fresa" es en realidad un engrosamiento del receptáculo de la flor, siendo las semillitas que esta contiene el auténtico fruto.
Para cultivar fresas debemos tener en cuenta que les gusta mucho las zonas soleadas, pero de temperatura cálida, y que no llevan muy bien las heladas una vez que ha comenzado a salir la flor. Aunque las fresas son plantas perennes y producen frutos durante toda su vida, para tener unas buenas fresas y de calidad, es conveniente cambiar estas, transcurridos unos tres años, por ejemplares más jóvenes que podemos conseguir mediante división de la planta madre.
Para el cultivo de la fresa es muy importante tener en cuenta que esta debe mantener la humedad y temperatura del suelo. Para ello existen muchas técnicas, de las cuales nosotros usamos una que hasta ahora nos ha funcionado bastante bien, y que es tan sencilla como cubrir el espacio donde estas se plantan con un plástico al que se le realiza un agujero en el que colocamos la nueva planta. Con este plástico también ayudamos a evitar el desarrollo de las malas hiervas y a reducir un poco la cantidad de agua de riego necesaria.
Podemos, creo que sin equivocarnos, decir que las fresas son una de las frutas más ricas de la tierra. Ha sido desde la antiguedad muy apreciada tanto por su intenso sabor como por sus propiedades nutritivas, siendo una fuente inagotable de vitamina C y el broche ideal para acabar cualquier comida.
La temporada de la fresa comienza sobre el mes de marzo cuando podemos comenzar a recoger las primeras hasta el mes de julio en el que con pena recogemos las últimas.
Para cultivar fresas debemos tener en cuenta que les gusta mucho las zonas soleadas, pero de temperatura cálida, y que no llevan muy bien las heladas una vez que ha comenzado a salir la flor. Aunque las fresas son plantas perennes y producen frutos durante toda su vida, para tener unas buenas fresas y de calidad, es conveniente cambiar estas, transcurridos unos tres años, por ejemplares más jóvenes que podemos conseguir mediante división de la planta madre.
Para el cultivo de la fresa es muy importante tener en cuenta que esta debe mantener la humedad y temperatura del suelo. Para ello existen muchas técnicas, de las cuales nosotros usamos una que hasta ahora nos ha funcionado bastante bien, y que es tan sencilla como cubrir el espacio donde estas se plantan con un plástico al que se le realiza un agujero en el que colocamos la nueva planta. Con este plástico también ayudamos a evitar el desarrollo de las malas hiervas y a reducir un poco la cantidad de agua de riego necesaria.
Podemos, creo que sin equivocarnos, decir que las fresas son una de las frutas más ricas de la tierra. Ha sido desde la antiguedad muy apreciada tanto por su intenso sabor como por sus propiedades nutritivas, siendo una fuente inagotable de vitamina C y el broche ideal para acabar cualquier comida.
La temporada de la fresa comienza sobre el mes de marzo cuando podemos comenzar a recoger las primeras hasta el mes de julio en el que con pena recogemos las últimas.
Planta de la fresa en flor. |
Las flores dan paso a los primeros engrosamientos de color verde. |
Flor y fruto de la planta de la fresa. |
Distintos procesos en el crecimiento del fruto, hasta que está maduro y podemos recogerlo. |
Cuando las fresas son de color rojo uniforme podemos recogerlas. Con tan solo tirar del tallo obtenemos la fruta. |
Y nuestro puñadito de fresas de hoy, recién recogidos. |
Este año no ha sido un buen año para las fresas en A horta de Artes. El exceso de lluvia y las heladas hicieron que no salieran adelante los ejemplares más jóvenes que este año habíamos plantado. Las más viejas por el contrario resistieron bien, aunque han dado mucha menos cantidad de fresas que años anteriores.
Nos gustan mucho las fresas, solas, con naranja, con nata, con yogur, en batido, en postes elaborados ... son una de nuestras frutas favoritas. Ellas solas embriagan con su dulce sabor si recién cogidas te las llevas a la boca. Un placer al que año tras año no se resisten los peques, y que hace que la mayoría de ellas ya no lleguen a la mesa.
Insuperable sabor, recién cogida. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario