No hay comparación posible entre la salsa de tomate realizada en casa y cualquiera de las que venden ya preparadas.
Realizarla en el momento para acompañar una receta, sabemos que no siempre es posible por falta de tiempo, pero podemos prepararla y luego envasarla al vacío o congelada*.
De cualquiera de las maneras tendréis siempre una salsa de tomate para chuparse los dedos.
Ingredientes:
· 1kg. de tomates (da horta)
· 2 cebollas medianas (da horta)
· Aceite de oliva virgen
· Sal al gusto
Elaboración
1. Lavamos los tomates, y sin pelar troceamos en pedazos pequeños.
2. - Picamos la cebolla en trozos muy finos y ponemos a pochar en una sartén junto con un chorro de aceite de oliva. Cuando la cebolla esté pochada, añadimos el tomate y la sal y dejamos hacer a fuego medio, removiendo de vez en cuando hasta que estén bien blanditos y deshechos (una media hora aproximadamente).
3. - Retiramos el tomate y pasamos por el pasapuré para deshacernos de las pieles y las semillas.
4. - Dependiendo de la cantidad de agua que tenga el tipo de tomate escogido, la salsa puede quedar más o menos espesa. Cuando esta nos quede muy aguada, volvemos a poner la salsa en la sartén para reducir unos minutos más a fuego suave.
* ENVASAR AL VACÍO
Esta forma es muy práctica y nos permite tener salsa de tomate lista durante todo el año.
Una vez preparada la salsa la introducimos en frascos de cristal esterilizados, cerramos con fuerza y ponemos a hervir en una olla durante unos 20 minutos. Retiramos con unas pinzas, dejamos enfriar y guardamos en un lugar fresco y seco.
* CONGELAR
Otra manera, también práctica, y que lleva menos tiempo que el envasado al vacío es la congelación. Con la salsa lista, la dejamos enfriar y llenamos pequeños recipientes de congelación. Cerramos y guardamos en el congelador. Se debe consumir en los próximos 3 meses.
Cuando queramos usarla debemos acordarnos de sacarla el día antes del congelador y lista para usar.
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