La higuera es una planta, que pertenece a la familia de las "moráceas" y sus frutos son las brevas y los higos. Las brevas es el fruto de la primera cosecha del árbol siendo los higos la segunda.
La higuera es un árbol mediano, de hojas ásperas, que una vez plantado comienza a dar frutos a partir del 5º año llegando a durar más de 100.
Los higos y las brevas son originarios de los países del mediterráneo y ya eran muy valorados en el antiguo Egipto 5000 años A.C. conocidos como flor divina. Los higos según la variedad pueden ser verdes, púrpura o azulados y de tamaño muy variable.
Las brevas suelen aparecer en el mes de junio y los higos en septiembre u octubre, siendo uno de los frutos que marcan el fin del verano y la llegada del otoño. Su producción es muy breve, siendo una fruta muy delicada, que hay que consumir en su grado justo de maduración (ni verde ni pasada) y por ello una vez cogidas se conservan como máximo tres días en nevera, lo que hace que sea de difícil comercialización fresca. A diferencia de otras frutas, el higo cuando presenta arrugas y aberturas en la piel, es cuando está en su estado óptimo, teniendo un color y olor muy agradable.
El higo es una fruta hoy en día muy poco apreciada, que se debería de incluir en una dieta sana y equilibrada por sus importantes beneficios:
Ricos en fibra: Su alto contenido en fibra ayuda a mantener el equilibrio en el organismo y lograr que los residuos que se acumulan en el interior desaparezcan. A la fibra se le unen las vitaminas y los minerales que posee haciendo de los higos un alimento altamente antioxidante.
Son pobres en grasas y en proteínas pero ricos en agua y en azúcar siendo su valor calórico muy similar al del plátano o la uva.
Expectorante: Los higos por sus propiedades son un gran aliado en la limpieza de los pulmones. Sus hojas y sus frutos son muy recomendados cuando padecemos afecciones respiratorias como bronquitis, catarros y mucosidad en exceso.
Laxante: En casos de estreñimiento o problemas estomacales, los higos son uno de nuestros mejores aliados, ya que nos ayudan a recuperar el correcto tránsito intestinal. Todo el mundo puede comer higos, ya que son de fácil digestión, se asimilan con rapidez y ayudan a nuestro estómago a estar protegido, evitando desajustes como la acidez o el reflujo. Comer higos ayuda a mejorar las digestiones y con ello el estado general de nuestro organismo gracias a una sustancia especial llamada Cradina.
Antirreumático: Los higos son muy recomendables para personas que practican mucho deporte y someten a sus articulaciones a un desgaste constante, así como para personas que tengan en su familia antecedentes de problemas reumáticos.
La higuera es un árbol mediano, de hojas ásperas, que una vez plantado comienza a dar frutos a partir del 5º año llegando a durar más de 100.
Los higos y las brevas son originarios de los países del mediterráneo y ya eran muy valorados en el antiguo Egipto 5000 años A.C. conocidos como flor divina. Los higos según la variedad pueden ser verdes, púrpura o azulados y de tamaño muy variable.
Las brevas suelen aparecer en el mes de junio y los higos en septiembre u octubre, siendo uno de los frutos que marcan el fin del verano y la llegada del otoño. Su producción es muy breve, siendo una fruta muy delicada, que hay que consumir en su grado justo de maduración (ni verde ni pasada) y por ello una vez cogidas se conservan como máximo tres días en nevera, lo que hace que sea de difícil comercialización fresca. A diferencia de otras frutas, el higo cuando presenta arrugas y aberturas en la piel, es cuando está en su estado óptimo, teniendo un color y olor muy agradable.
El higo es una fruta hoy en día muy poco apreciada, que se debería de incluir en una dieta sana y equilibrada por sus importantes beneficios:
Ricos en fibra: Su alto contenido en fibra ayuda a mantener el equilibrio en el organismo y lograr que los residuos que se acumulan en el interior desaparezcan. A la fibra se le unen las vitaminas y los minerales que posee haciendo de los higos un alimento altamente antioxidante.
Son pobres en grasas y en proteínas pero ricos en agua y en azúcar siendo su valor calórico muy similar al del plátano o la uva.
Expectorante: Los higos por sus propiedades son un gran aliado en la limpieza de los pulmones. Sus hojas y sus frutos son muy recomendados cuando padecemos afecciones respiratorias como bronquitis, catarros y mucosidad en exceso.
Laxante: En casos de estreñimiento o problemas estomacales, los higos son uno de nuestros mejores aliados, ya que nos ayudan a recuperar el correcto tránsito intestinal. Todo el mundo puede comer higos, ya que son de fácil digestión, se asimilan con rapidez y ayudan a nuestro estómago a estar protegido, evitando desajustes como la acidez o el reflujo. Comer higos ayuda a mejorar las digestiones y con ello el estado general de nuestro organismo gracias a una sustancia especial llamada Cradina.
Antirreumático: Los higos son muy recomendables para personas que practican mucho deporte y someten a sus articulaciones a un desgaste constante, así como para personas que tengan en su familia antecedentes de problemas reumáticos.
"Entre el higo y breva, la segunda es la primera"
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Recogiendo los higos en octubre bajo la atenta mirada de las gallinas, a las no se les escapa uno. |
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Como las ramas de la higuera están muy cerca del suelo, hacen de la recolección de los higos una actividad divertida para los niños. |
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Higos de la variedad conocida como "higos blancos" aunque por fuera son verdes. |
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Primeros higos recogidos este año en "A horta de Artes" |
"Verdes o maduras, las brevas poco duran"
En el mes de junio hemos recogido unas pocas brevas, pero la gran producción de las higueras ha llegado ahora en el mes de octubre. Riquísimos los higos así recién cogidos del árbol, y en los diferentes postres, ensaladas y mermeladas que prepararemos con ellos... ¡aunque alguno compartiremos con nuestras gallinitas!
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